Este nuevo templo del siglo XVI sustituye al antiguo más pequeño, de estilo románico. Presenta planta de salón, con un amplio espacio interior de gran solemnidad, que actualmente puede admirarse en toda su plenitud tras la rehabilitación llevada a cabo los últimos años. El altar mayor, realizado en madera de nogal con un programa iconográfico basado en la Virgen, es obra del escultor navarro Juan de Bazcardo.
De los siglos XVII-XVIII, está situada en el camino viejo a Logroño, con retablo mayor barroco y el crucifijo titular realizado por Juan de Lorena en 1549. Destaca un cuadro exvoto que recuerda el milagro que hizo el Cristo resucitando a un niño ahogado en el Palacio de los Urbán del Campo.
De los siglos XVII-XVIII, está situada en el camino viejo a Logroño, con retablo mayor barroco y el crucifijo titular realizado por Juan de Lorena en 1549. Destaca un cuadro exvoto que recuerda el milagro que hizo el Cristo resucitando a un niño ahogado en el Palacio de los Urbán del Campo.
Situada a un par de kilómetros del pueblo en la carretera de la Estación.
En su interior, además de la hornacina con la imagen de la Virgen se pueden ver dos figuras en piedra que representan a los padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana, que parece ser fueron realizadas por un artista del pueblo de nombre Trifón.
En la sacristía hay una Virgen del Carmen barroca, repintada, de mediados del XVIII y Crucifijos del XVII. La Procesión de la Virgen del Carmen, que cada 16 de julio lleva a la Virgen de regreso de la iglesia en donde se le ha rezado la novena hasta su ermita, es una tradición muy arraigada entre las mujeres de Fuenmayor.
Pero además de su valor artístico y religioso, la ermita es un frecuentado lugar de paseo rodeada de un pequeño parque con bancos y setos que ha hecho de la antigua huerta de la ermita una agradable zona recreativa.
La actual Casa Parroquial, que acoge un amplio salón de actos en la planta baja, las dependencias parroquiales para catequesis y actividades parroquiales y la vivienda del párroco, ocupa la rehabilitada ermita de San Martín, cedida por la congregación de las Hijas de La Cruz que ocupan el edificio contiguo. Cuando esta congregación llega a fundar el convento en 1917, la ermita estaba entonces desacralizada y se había llegado a utilizar como baile e incluso como cuadra de las ovejas del carnicero Iluminado Castillo, que vivía un poco más abajo, como recuerda el viejo dicho popular: “Ermita de San Martín, ermita sin santo dentro, que antes servías de baile, y ahora sirves de convento” .Es un edificio del siglo XVI dedicado a un santo muy vinculado al Camino de Santiago, lo que demuestra una vez más la tradición jacobea de nuestro pueblo. Se sitúa en la Calle Petra Fernández de Bobadilla, que recuerda precisamente a la fundadora del convento adosado a este edificio.
La actual Casa Parroquial, que acoge un amplio salón de actos en la planta baja, las dependencias parroquiales para catequesis y actividades parroquiales y la vivienda del párroco, ocupa la rehabilitada ermita de San Martín, cedida por la congregación de las Hijas de La Cruz que ocupan el edificio contiguo. Cuando esta congregación llega a fundar el convento en 1917, la ermita estaba entonces desacralizada y se había llegado a utilizar como baile e incluso como cuadra de las ovejas del carnicero Iluminado Castillo, que vivía un poco más abajo, como recuerda el viejo dicho popular: “Ermita de San Martín, ermita sin santo dentro, que antes servías de baile, y ahora sirves de convento” .Es un edificio del siglo XVI dedicado a un santo muy vinculado al Camino de Santiago, lo que demuestra una vez más la tradición jacobea de nuestro pueblo. Se sitúa en la Calle Petra Fernández de Bobadilla, que recuerda precisamente a la fundadora del convento adosado a este edificio.
Estatua de bronce que representa a D. Antonio Valdés y Fernández Bazán, realizada en bronce en 1988. Rubio Dalmati es descendiente de un fuenmayorenses y uno de los escultores riojanos de más renombre. Don Antonio Valdés y Fernández Bazán es uno de los personajes más importantes del siglo XVIII en España, D. Antonio Valdés fue a lo largo de su dilatada trayectoria valiente marino, almirante, capitán general de la Armada, ministro de Marina, de Estado o de Indias, bailío de la Orden de Malta, decano del Consejo de estado y miembros de las Juntas Nacionales en la Guerra de la Independencia. Fue condecorado con el Toisón de Oro y retratado por los mejores pintores de su época, entre ellos Francisco de Goya. Gran reformador de la Armada, mejoró la formación de los guardiamarinas, creó los astilleros Bazán y el Museo Naval en Cartagena, que actualmente está en Madrid y aumentó la flota con la construcción de nuevos y mejores buques de guerra. D. Antonio Valdés fue el creador de la bandera española al convocar en 1785 un concurso siendo ministro para diseñar un nuevo pabellón naval que se pudiese distinguir fácilmente de los de otros países en alta mar y que se oficializó como bandera nacional en 1842. Este monumento es obra de los escultores riojanos Dalmati y Narvaiza realizada en bronce en 1988. Rubio Dalmati es descendiente de un fuenmayorenses y uno de los escultores riojanos de más renombre.
El agua es vida. En torno a ella han nacido poblaciones como Fuenmayor, que debe su nombre a esta Fuente Mayor, también conocida como Fuente San Juan, como homenaje a su patrón que tuvo aquí detrás una ermita derruida en el siglo XIX, o de los siete caños por tener seis caños metálicos con forma de león y un sobradero en su extremo derecho, que hacen de ella una fuente monumental y muy caudalosa que fue construida en el siglo XVI.
El agua es vida. En torno a ella han nacido poblaciones como Fuenmayor, que debe su nombre a esta Fuente Mayor, también conocida como Fuente San Juan, como homenaje a su patrón que tuvo aquí detrás una ermita derruida en el siglo XIX, o de los siete caños por tener seis caños metálicos con forma de león y un sobradero en su extremo derecho, que hacen de ella una fuente monumental y muy caudalosa que fue construida en el siglo XVI.
Monumental fuente que preside el espacio peatonal formado por las plazas de Tresses y Azpilicueta en pleno centro del pueblo. La estatua de la Uva fue realizada por los escultores Dalmati-Narvaiza. Rubio Dalmati es descendiente de fuenmayorenses y uno de los escultores riojanos de más renombre. Alrededor de la fuente pueden verse las placas de muchas de las bodegas de Fuenmayor.
Situado en la calle de su nombre (la calle Palacio, que antiguamente se llamó calle de La Canela porque en ella había huertos en los que se cultivaba esta aromática planta), es uno de los edificios civiles más impresionantes de toda La Rioja. Construido en el siglo XVIII con balcones y galería corrida en la planta superior por los Marqueses de Terán, fue adquirido después por D. Francisco Antonio de Tobía y Ubago, un rico ganadero, hermano del honrado concejo de la Mesta, serrano de Mansilla que baja a Fuenmayor y se hace con una amplia hacienda vitícola. Desde 1788 fue la sede de la Real Junta de Cosecheros de La Rioja, una institución que englobaba a los 52 pueblos de La Rioja que incluía entonces también a Miranda de Ebro y que puede considerarse el germen de la actual Denominación de Origen Rioja.
Pudo pertenecer al linaje de San Juan, Monje de Fresneda o Albelda Bazán, todos ellos caballeros de la orden de Santiago.
Pudo pertenecer al linaje de San Juan, Monje de Fresneda o Albelda Bazán, todos ellos caballeros de la orden de Santiago.
Presenta una rica fachada con tres escudos con abundante decoración y balconadas de preciosos herrajes.
Pertenecía a la familia de los Fernández-Bazán.
Las plazas de Tresses y Azpilicueta junto con el Parque del Ayuntamiento y el espacio que queda delante de la iglesia forman un espacio peatonalizado que hace del centro de Fuenmayor un entorno único para pasear, sentarse a la sombra de los árboles, tomar un vermú o simplemente dejar a los niños que jueguen tranquilos sin miedo a los coches en sus amplios espacios, en su trinquete (situado en el lugar en el que estaba antiguamente el frontón). Un centro urbano tranquilo y agradable presidido por dos de los edificios más emblemáticos del pueblo: el Ayuntamiento y la Iglesia.
Las plazas de Tresses y Azpilicueta junto con el Parque del Ayuntamiento y el espacio que queda delante de la iglesia forman un espacio peatonalizado que hace del centro de Fuenmayor un entorno único para pasear, sentarse a la sombra de los árboles, tomar un vermú o simplemente dejar a los niños que jueguen tranquilos sin miedo a los coches en sus amplios espacios, en su trinquete (situado en el lugar en el que estaba antiguamente el frontón). Un centro urbano tranquilo y agradable presidido por dos de los edificios más emblemáticos del pueblo: el Ayuntamiento y la Iglesia.