Ayuntamiento de Fuenmayor

La conocida como Casa de Navajas por pertenecer a la familia Navajas, aunque el escudo solariego que la preside es el de la familia Neto Ceballos, una de las más importantes del siglo XVIII en Fuenmayor y de la que decía Jovellanos en sus diarios cuando visitó Fuenmayor en 1795 que producía al año 40.000 cántaras de vino, nada menos que 640.000 litros, una cantidad fabulosa para la época e incluso en la actualidad con las modernas técnicas agrícolas.

El linaje de los Ceballos es uno de los más antiguos de España y aparece citado en el Romancero viejo con la leyenda de la familia que orla este escudo: “Ardid es de caballeros, Neto Ceballos para vencellos”.

La casa está situada frente a la antigua plaza del Coso, que era donde se celebraban los festejos taurinos en las fiestas de entonces, hoy integrada en el entorno de la plaza Azpilicueta ocupa exactamente el número 21 de la calle Patio y a su alrededor se extiende el antiguo jardín familiar, hoy parque público, con un magnífico ejemplar de Cedro del Líbano catalogado como uno de los árboles singulares más interesantes de La Rioja.

Todo el parque, antiguo jardín de la propiedad, es un deleite para los sentidos y una oportunidad para disfrutar de los muchos encantos de Fuenmayor.

Muestra de vitalidad económica y familiar de la villa, a modo de casa de campo, su esbelta silueta de dos plantas de sillería, linterna central, escudo, balconadas e ingreso al sur, queda ligada con el espacio abierto inmediato, La Plaza de Azpilicueta.

El edificio data del siglo XVI, aunque fue acertadamente reformada en el siglo XIX por la familia Navajas, que había emparentado con los dueños originales y constituyen un interesante aso de familia hecha a si misma que llegó a ser una de las fortunas financieras más importantes de España.

Haciendo un poco de historia, Don Celestino Navajas Matute, que fue alcalde de nuestro pueblo e incluso comandante de los voluntarios locales durante las guerras carlistas fu un apasionado que apostó con convicción por el método de producción de vino  bordelés con la voluntad de trascender los límites del mercado nacional creó Bodegas Montecillo en  1870 en Fuenmayor.

Una década después, Don Celestino demostró una gran visión de futuro: envió a sus hijos, Alejandro y Gregorio, a estudiar enología en Burdeos. Con el paso del tiempo, ambos hermanos crearían la razón social Hijos de Celestino Navajas, con la idea de proseguir la obra de su padre. La tercera generación de la familia, encarnada en José Luis Navajas –hijo de Alejandro–, también se educa fuera, esta vez en Beaune (Borgoña) y en el Penedés. De este modo, en 1943, José Luis se convierte en el gestor de la bodega familiar e impulsa decisivamente la calidad y el éxito de sus vinos. Es en esta época cuando introduce técnicas innovadoras en Rioja como la vinificación en frío, y es también el momento de adoptar para la posteridad la denominación Montecillo.

Pero sus negocios eran mucho más amplios, ya que era el dueño de una importante flota naviera que llegó a conseguir el monopolio de la importación de dinamita para España asociándose con la compañía de Alfred Nobel, que era quien tenía la patente y que después, entristecido por el mal uso que se dio a su inventó, destinó sus beneficios a crear el Premio Nobel.

Su flota rodeaba la península desde Bilbao llevando dinamita a las explotaciones mineras y regresando con otros productos.

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